"Gracias a todos esos amigos que siempre me piden opinión sobre los viajes que van a realizar, ellos me dieron la idea de hacer este blog.
En especial a mi amigo Jesús que me dio el empuje necesario para ponerlo en marcha. Y por supuesto a todos los que me leéis.
Un beso para todos vosotros. "


Lisboa (Portugal) 


Marzo 2.004


En Lisboa he estado un par de veces, una en un viaje con mis padres en el que nos recorrimos Portugal en coche hace muchos años y este fin de semana. En esta segunda ocasión fui por tema laboral, por lo que llegué el sábado, estuve trabajando toda la tarde y parte de la noche ya que tuvimos una puesta en producción. Pero aproveché el domingo para levantarme temprano y visitar la ciudad. Efectivamente, no dormí mucho, L, pero como siempre he dicho, la vida del turista es muy dura, jeje.


Desde que había ido con mis padres a este viaje, noté que Lisboa había sufrido un buen lavado de cara, J, estaba mucho más limpia y bonita.

Volé de Madrid a Lisboa, este vuelo dura poco más de una hora, así que en nada te plantas en la ciudad. Desde el aeropuerto cogí un taxi, iba con prisa, me estaban esperando para una dura jornada de trabajo L.

De todas formas, para ir del aeropuerto al centro de la ciudad hay multitud de ofertas de transporte. Existe un aerobús que pasa cada 20 minutos desde las 7:45 hasta las 20:15 horas, también hay metro y varias líneas de autobuses, el taxi también es una opción a tener en cuenta, puesto que no es muy caro.

Me alojé en el hotel Dom Carlos Park (http://www.domcarloshoteis.com/domcarloshoteis/homepage.asp?Language=EN), un hotel bastante limpio y céntrico. Recuerdo que costó realizar la reserva, puesto que todos los hoteles estaban llenos, ese fin de semana había una carrera/maratón en la ciudad.

Domingo 28 de Marzo


Después de un buen desayuno en el hotel y con un mapa en la mano, me dispuse a visitar todo lo que me diera tiempo. Me encaminé por la Avenida de la Libertad dirección a la Plaza del Comercio.

Pasé por la Plaza de los Restauradores, la cuál conmemora la liberación del país en 1.640 del dominio español. En ella se encuentra un obelisco cuyas figuras en el pedestal son de bronce y representan la Victoria.



Plaza de Dom Pedro IV o del Rossio, es el centro neurálgico de Lisboa. La zona más animada de la ciudad y donde se dan cita tanto los lisboetas como los visitantes. Los alrededores de esta plaza están llenos de tiendas, bares y restaurantes, el ambiente nocturno es muy interesante. Yo aproveché a cenar por la zona el día anterior. En la plaza se encuentran la estatua de Don Pedro IV, el Rey Soldado, en su base las cuatro figuras femeninas, representan las bondades del rey. El Teatro Nacional de Doña María II, en su fachada destaca la figura de Gil Vicente, el padre del teatro en Portugal. La estación ferroviaria de Rossio, una imponente fachada que data de 1.887 (aquí se pueden coger los trenes que llevan a Sintra, una bonita excursión). Y el Café Nicola, que se ha convertido en uno de los más famosos de Lisboa.


Seguí camino hacia la Plaza del Comercio por la Rua Augusta, pasando por el Elevador de Santa Justa. Y al final de la Rua Augusta te encuentras con el Arco del Triunfo que da paso a la Plaza del Comercio. Este arco celebra la reconstrucción de la ciudad después del gran terremoto de 1.755, sus estatuas representan entre otros a Vasco de Gama y al Marqués de Pombal.

La Plaza del Comercio es la más importante de Lisboa. Construida donde estuvo situado el palacio real antes de ser destruido por el gran terremoto. Esta plaza está formada por un conjunto de edificios, abierta por el lado sur al Tajo, aquí llegaban los barcos mercantes, ésta era la "puerta de Lisboa". En el centro de la plaza está situada la estatua ecuestre de José I, rey portugués en el momento del gran terremoto.




Cercana a esta plaza está la estación fluvial Casi de Sodré, donde parten excursiones en barco que navegan por el río.

De allí subí al Castillo de San Jorge, pasando por la Catedral de Lisboa, conocida como Sé de Lisboa, es la iglesia más antigua e importante de la ciudad, data del siglo XII y su estilo predominante es el románico. En el interior del claustro se pueden ver restos romanos, árabes y medievales. Además del claustro se puede visitar el Tesoro donde se pueden ver trajes, joyas y algunas reliquias.


Fijaros en las fantásticas fachadas de azulejos que os encontrareis por el camino hacia el castillo.

Desde el Castillo hay unas vistas fantásticas de la ciudad, se encuentra situado en la cima de la colina de San Jorge, la más alta de Lisboa.



Bajé de nuevo a la Plaza del Comercio donde tenía intención de coger un autobús que me llevara a Belém, pero empezó a diluviar y el bus no pasaba y los taxis iban llenos. Después de que dejara de llover y llevara casi una hora esperando un autobús que parecía que se había olvidado de todos los que esperábamos, decidí ir andando. La verdad es que es un paseíto y a mi avión ya no le quedaba mucho tiempo para salir, jeje, pero a buen paso, llegué con tiempo de dar una vuelta.

De camino pasas al lado del Puente 25 de Abril, el puente colgante más largo de Europa. A mí me recordó al Golden Gate de San Francisco.

En Belém puedes visitar el Museo de la Marina, el Museo de Arqueología y el Monasterio de los Jerónimos, unos edificios dignos de ver.


El Monasterio de los Jerónimos, es junto a la Torre de Belém, las visitas turísticas de Lisboa más importantes. La ubicación el este monasterio es la misma donde antiguamente se encontraba una Ermita en la que Vasco de Gama y su tripulación estuvieron rezando antes de comenzar su viaje. Yo me acerqué a visitar la Iglesia, no me daba tiempo a más, L. Su única nave tiene 6 columnas altísimas talladas, aquí se encuentra la tumba de Vasco de Gama.

El Museo Nacional de Arqueología contiene la colección arqueológica más importante de Portugal. Los domingos por la mañana la entrada es gratuita, por supuesto, a mí no me dio tiempo a pasar.

Subí al Monumento de los Descubrimientos, donde la mujer que vendía tickets pensó que era estudiante y me hizo precio especial, J. Tiene 52 m de altura, desde arriba hay una bonita panorámica de la zona, no dejéis de mirar hacia abajo donde podréis ver un impresionante mosaico de mármol que representa una rosa de los vientos de 50 m de diámetro conteniendo un mapamundi. El Monumento de los Descubrimientos conmemora el 500 aniversario de uno de los grandes descubridores de Portugal, Henrique el Navegante, que descubrió Madeira, las Azores y Cabo Verde.


Y por supuesto, la famosa Torre de Belém. Cuando yo llegué estaba ya cerrada, pero me senté en el parque de en frente un rato a disfrutar de las vistas. Inicialmente fue construida como defensa de la ciudad en la desembocadura del Tajo, posteriormente fue convertida en centro aduanero y faro.


No os olvidéis de comprar unos pastelitos de Belém, en la famosa pastelería que se encuentra allí al lado, en Rua de Belém nº 84 a 92. Eso sí, se forman unas buenas colas aunque van rápido y están riquísimos J.

Tampoco dejéis de dar una vuelta por la ciudad en tranvía. Es bonito recorrer el centro de esta forma, pasando por su callejuelas estrechas. Eso sí, si hay algún coche aparcado que entorpece el camino del tranvía, puedes pasar un buen rato en éste, hasta que llegue la grúa a quitar el coche de en medio J.

Y bueno, aquí se terminó mi rápida visita de la ciudad. Cogí un taxi que me llevó al aeropuerto y de vuelta a casa J.









1 comentario:

  1. Hola Jose,

    Muchas gracias por seguir mi blog, me alegra que te guste.

    Estoy intentando entrar en el tuyo, pero me da un "Warning", seguiré intentándolo.

    Abrazos,
    Conchi

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