"Gracias a todos esos amigos que siempre me piden opinión sobre los viajes que van a realizar, ellos me dieron la idea de hacer este blog.
En especial a mi amigo Jesús que me dio el empuje necesario para ponerlo en marcha. Y por supuesto a todos los que me leéis.
Un beso para todos vosotros. "


Munich (Alemania)


Diciembre 2.010

Día 1: Miércoles 8 de diciembre


Despegamos a las 8:55 del aeropuerto de Barajas destino Munich. El vuelo dura algo menos de 2 horas y media. Volamos con Iberia, en vuelo directo (www.iberia.com). Para llegar al hotel desde el aeropuerto fuimos en un tren que nos dejaba muy cerquita.

Nos alojamos en el hotel “Easy Palace Station Hotel”, la verdad es que era bastante cutre, pero bueno, para dormir nos sirvió, el desayuno iba incluido, así se pierde menos tiempo para comenzar las visitas. Íbamos tres personas, cogimos una habitación doble y una individual, la pena es que el baño era compartido, y eso es un poco rollo L. No estaba lejos del centro, a un par de paradas en metro, pero más de una vez hicimos el camino dando un paseo.

Después de instalarnos, nos fuimos a visitar la ciudad. Empezamos por Marienplatz, como fuimos en época pre-navideña, esta plaza tenía un encanto especial, puesto que estaban instalados los puestos del típico mercado navideño. En la plaza se encuentra el Nuevo Ayuntamiento (Neues Rethaus) en el lado norte y en el lado sur el viejo Ayuntamiento (Altes Rathaus). También está la Columna de María, erigida para celebrar el fin de la ocupación sueca durante la Guerra de los Treinta Años. En la cima de la columna hay una estatua dorada de la Virgen María y en el pie, en cada esquina, hay un ángel, luchando contra un león, un basilisco, un dragón y una serpiente, que simbolizan, la guerra (león), la peste (basilisco), el hambre (dragón) y la herejía (serpiente).


En el Nuevo Ayuntamiento se encuentra un punto de Información Turística. ahí nos hicimos con algún plano de la ciudad. Prestad atención al carillón que se encuentra en este edificio, sus figuras actúan cuando el reloj del ayuntamiento marca las 11:00 y las 17:00 horas. La parte de arriba representa un torneo, mientras que la parte de abajo representa un baile típico.


Después fuimos a la Puerta de la Victoria, está basada en el Arco de Constantino en Roma, es un homenaje al ejército bávaro que derrotó a Napoleón.


Nos acercamos al Englisher Garten, es uno de los parques más grandes del mundo, mayor que el Central Park de Nueva York o el Hyde Park de Londres. Paseamos por sus caminos y acabamos comiendo un enorme perrito caliente al lado de la Torre China.


Llegamos a Theatinerkirche, la Iglesia de los Teatinos y San Cayetano, un impresionante edificio de color amarillo, aunque no pudimos entrar, puesto que estaba cerrado L. Muy cerquita se encuentra el Palacio Real, La Residenz, nos acercamos a una plaza en su interior, también llena de puestos navideños. Ahí nos tomamos el primer vino caliente, que aunque yo pensaba que iba a estar asqueroso, a nosotros nos gustó, y la verdad es que nos aficionamos bastante, jeje, como su nombre indica es un vino caliente, pero no es sólo vino, más bien es una sangría caliente, lleva canela, frutas, licor, etc.



Ya de noche nos acercamos al Edificio de la BMW, donde pudimos pasar y contemplar algunos modelos interesantes. En frente se encuentra el Olympiapark, construido para los Juegos Olímpicos de Verano de 1.972. Dimos una vuelta, pero apenas vimos nada, una piscina y poco más. La verdad es que íbamos buscando el Allianz Arena, el campo del Bayern de Munich, a nuestro compañero de viaje, le hacía ilusión, pero no lo encontramos L, aunque no debía de andar lejos, jeje.

Volvimos al centro y llegamos a Marienplatz, que de noche aún es más bonita. Para entrar en calor, nos tomamos otro vinito caliente. porque la verdad, es que en diciembre hacía un frío que pelaba.  Acabamos cenando y tomando cerveza en la famosa cervecería Hofbräushaus, por supuesto una cerveza de esas jarras de litro, y comiendo uno de los platos típicos del país, el codillo de cerdo, el cuál va acompañado con algo que llaman nudel, que es una bola de masa hervida, normalmente de patata, uuuuhhhmmmm, el codillo riquísimo, pero he de reconocer que algo pesado para la cena, y el nudel como os podéis imaginar una bola de masa difícil de digerir, jeje. Acercaros al tercer piso, donde se encuentra la Sala Festival y daros una vuelta por la planta principal, que la verdad es bastante bonita. También tenéis que tener en cuenta que aquí se acerca mucho turista y mucho local, por lo que a veces cuesta conseguir sitio y es muy probable que compartáis mesa con otra gente, te sientan donde pueden, pero el ambiente del sitio es fantástico.



Después de esta copiosa cena, nos fuimos dando un paseo hasta el hotel, disfrutando de la ciudad y pasando un pelín de frío J.

Día 2: Jueves 9 de diciembre


Esa mañana hicimos un tour por la ciudad gratuito. Hay  una empresa que los oferta y la verdad es que son muy interesantes, con guía de habla en castellano. Yo ya lo había probado en Berlín y fue una grata experiencia, asi que repetí, y por supuesto, la visita no nos defraudó. Los guías suelen ser estudiantes que están por allí de Erasmus o similar, y para sacarse algún dinerillo trabajan de guías. Después se les suele dejar una propina. Además de estos tours gratuitos ofertan excursiones, éste es el enlace por si os interesa: http://www.newmunich.com/dailytours_es.html

Volvimos a comenzar nuestro recorrido en Marienplatz, la verdad es que nos enamoramos de esta plaza, es impresionante J. Antes de comenzar, el guía nos contó algunas cosillas y pudimos disfrutar del carillón en funcionamiento.


Visitamos la Catedral de Nuestra Querida Señora (Frauenkirche), con dos torres con llamativas cúpulas. Si os fijáis, a la entrada se encuentra la pisada del diablo (una huella), dice la leyenda que el diablo hizo un trato con el constructor, de forma que éste no hiciera ventanas en el templo, pero el constructor, muy inteligente, dispuso las columnas de forma que desde la entrada no fuera posible ver ninguna de las ventanas. El caso, es que el demonio dejó su pisada a la entrada cuando se dio cuenta del engaño.

Estuvimos en Viktualienmarkt,  donde se encuentra un mercado popular, puedes encontrar caza, aves, especias, queso, etc.

En frente del Antiguo Ayuntamiento, vimos una estatua de Julieta, igual que se hace en Verona, le tocamos un pecho porque dicen que trae suerte.

Y en Marienplaz terminó nuestro recorrido turístico acompañado de guía. Aunque como el guía era muy agradable, nos llevó a los que quisimos, a un restaurante económico, con platos típicos, aunque recuerdo que la comida no estaba muy allá L.

Después de coger el metro y el tranvía llegamos al Schloss Nymphenburg. Este palacio fue construido como residencia de verano. Paseamos por los nevados jardines, pero no pudimos visitar el palacio por encontrarse cerrado, ya que el horario de invierno es de 10:00 a 16:00 horas, qué fallo L.


Y de vuelta a Marianplatz, por supuesto a entrar en calor con otro vinito caliente, J. Después fuimos a tomar algo a la cervecería Augustiner, también muy conocida por su cerveza. Hay que tener en cuenta que en Munich la cerveza está considerada un alimento básico, como el pan.

Día 3: Viernes 10 de diciembre


Este día nos levantamos y estaba nevando, qué bonito, jeje.


Nos tocaba visitar el campo de concentración Dachau. Esta visita la contratamos con el mismo tour operador con el que habíamos hecho la visita gratuita el día anterior, supusimos que sería más interesante llevar un guía que nos contara lo que íbamos a ver.  Para ir allí, hay que coger un tren a Nuremberg, desde la estación hasta Dachau hay un paseito andando, creo recordar que unos 10 minutos.

El campo estaba totalmente nevado, así que no puedo pensar en el frío que debían de pasar allí únicamente vestidos con el pijama a rayas, aunque supongo que viendo el resto, esa era una de las cosas que menos les debían de preocupar. Vimos las salas donde les gaseaban, el crematorio, etc. Y por supuesto, algo que me pareció tremendamente cruel, y que debe de estar en todos los campos de concentración, porque anteriormente había visitado el Campo de Concentración Sachsenhausen en Berlín, y también tienen a la entrada un letrero que dice “Arbeit Macht Frei”, el trabajo os hace libres, la frase de la esperanza, cuando la triste realidad es otra. Bueno, como os supondréis esta visita es dura.




Regresamos a Munich y seguimos visitando la ciudad. Nos acercamos a Karlsplatz, que siempre habíamos visto de pasada puesto que nos pilla de paso desde Marienplazt al hotel. Allí pudimos ver una enorme pista de patinaje llena de gente disfrutándola, además de algún puesto con vino caliente, así que por supuesto, para entrar en calor nos tomamos un vino J.

Continuamos por Kaufingerstr y acabamos tomando algo en la cervecería Hofbräuhaus, donde vimos pasar a una encantadora chica ofreciendo brezels, típico bollo / galleta con forma de lazo, así que nos compramos uno para probarlo.

Día 4: Sábado 11 de diciembre


Este día nos fuimos a visitar el castillo del rey loco, para ello nos pegamos un pequeño madrugón, puesto que no está pegado a Munich precisamente.

Fuimos a la estación central, Hauptbanhof, a coger un tren hasta Füssen. A la salida de la estación hay una parada de autobús, fácilmente reconocible, porque todo el mundo va a lo mismo, así que se llena de gente en seguida, donde cogimos un autobús que nos llevó al castillo.

Ya allí compramos la entrada para visitar los dos castillos. Puedes ir a pie de un castillo a otro, y también tienes la opción de ir en coche de caballos, nosotros fuimos a pie, y hubo algún que otro momento divertido por el hielo del camino, jeje. En ambos castillos las visitas tienen audio-guía.

El Castillo Hohenschwangau fue la residencia de infancia del rey Luis II de Baviera (el rey loco), mandado construir por su padre Masimiliano II de Baviera y  el Castillo Neuschwanstein fue mandado construir por el rey loco.



Volvimos a Munich donde hicimos una última visita por el centro, visitando la Iglesia de San Pedro, esta iglesia tiene la segunda bóveda de cañón más grande del mundo, después de la de San Pedro del Vaticano.


Día 5: Domingo 12 de diciembre


Esa mañana nos levantamos muy temprano puesto que nuestro vuelo salía a las 7:50 horas. Munich nos había encantado, supongo que el encanto de la ciudad en Navidad, la nieve, etc, había influido, así que tendremos que volver, aunque quizás la próxima vez para el Oktoberfest J.








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