"Gracias a todos esos amigos que siempre me piden opinión sobre los viajes que van a realizar, ellos me dieron la idea de hacer este blog.
En especial a mi amigo Jesús que me dio el empuje necesario para ponerlo en marcha. Y por supuesto a todos los que me leéis.
Un beso para todos vosotros. "

Vietnam


Junio 2.014


Este viaje surgió porque nos encontramos con una oferta para el mes de junio en una publicidad enviada por email. Consultamos la oferta y no nos convenció, pero mi amiga y yo ya nos estábamos planteando en serio el viaje.

Estuvimos investigando para ir las dos por libre, puesto que vimos que era un país muy seguro. Nos llamó la atención contratar un chófer para que nos llevara a los diferentes lugares y nos fuera contando. Pero al final, contactamos con una agencia de Vietnam que nos presupuestó un recorrido muy completo, con hoteles que tenían muy buena pinta por lo que vimos por Internet, y la comodidad de tener un guía y un chófer sólo para nosotras. 

Investigamos por Internet sobre la agencia para ver qué opinaban otros viajeros que habían contratado sus servicios, y la verdad es que las referencias encontradas en diferentes foros eran bastante halagüeñas. Estos son los datos de la agencia:
Dirección: 91 Ly Nam De str., Hanoi, Vietnam

Nuestro contacto en la agencia hablaba perfectamente el español y fue muy amable contestando siempre a nuestras cuestiones y dudas, además de forma bastante rápida, teniendo en cuenta la diferencia horaria.

Junio no es la peor época para visitar el país, recomiendan los meses menos lluviosos abril/mayo y octubre/noviembre. En el sur en esta época seguro nos llueve, pero los chubascos por lo visto son breves y previsibles. Parece que el centro casi todo el año goza de un clima soleado. Y en el norte están en verano entre mayo y octubre, puede caer alguna tormenta ocasionalmente y hablamos de temperaturas de 30 y 35 grados.

El vuelo lo compramos por nuestra cuenta. Después de mucho investigar, seleccionamos los vuelos con AirFrance, puesto que sólo hacían una escala y tenían los horarios que más nos convencieron. www.airfrance.es

Para entrar en Vietnam se necesita una Carta de Invitación de forma que se pueda tramitar el visado a la llegada al país. Estos son los pasos a seguir:

- Entregar la carta de invitación, el pasaporte (es imprescindible tener un pasaporte con una validez mínima de seis meses) y dos fotografías de carné recientes para obtener el sello del visado.
- Rellenar el formulario de inmigración.
- Pagar directamente por el sello del visado a la llegada. Hay dos tipos de Visados, de entrada única que cuesta 45$ y de entrada múltiple, por si sales del país y vuelves a entrar, que cuesta 65$.

He leído que se puede pagar en euros, pero no te hacen el cambio, sino que habría que pagar la misma cantidad, es decir 45€ y 65€ según el tipo de visado. Pero la verdad es que en el aeropuerto no vimos la posibilidad de pagar en euros. Este trámite se realiza justo antes de pasar el control de salida a la zona de maletas.

Para más información sobre este tema, quizás os sea útil poneros en contacto con la embajada 
EMBAJADA DE VIETNAM 
Dirección: Calle Segre No. 5 
28002- Madrid 
Tel: (34) 91 510 2867 
Fax: (34) 91 415 7067 

O por internet

Nosotras pedimos la Carta de Invitación a la agencia que nos tramitó el viaje, y el resto lo dejamos para la llegada, puesto que nos pareció la forma más cómoda y económica.

Cambiamos algo de dinero en dólares. Para ello, fuimos a las oficinas de Cecabank en Madrid (C/ Alcalá 27). Desde mediados / finales del 2.013 empezaron a cobrar comisiones, pero únicamente cobran 5€ de comisión si el importe a cambiar es inferior a 100€, para el resto de importes no cobran comisión http://www.ceca.es/es/ficha_producto_full.html.

Respecto a las vacunas, en Vietnam no es necesaria ninguna vacuna, pero es conveniente llevar las básicas al día, Hepatitis A y B, Tétanos y fiebres tifoideas.

Día 1:


Después de tramitar el visado y recoger las maletas, salimos afuera donde nos encontramos con el guía que nos iba a acompañar durante el viaje a la parte norte del país. Nos recogió el chófer y nos llevaron al hotel.

Nos alojamos en el Golden Loto Luxury (http://goldenlotushotel.com.vn/golden-lotus), un hotel situado en el centro y bastante agradable. Como llevábamos prácticamente 24 horas de viaje y sin dormir nada, nos acomodamos, descansamos un rato y nos preparamos para salir a dar una vuelta. Este primer día lo teníamos libre, por lo que se nos ocurrió darnos un masaje, puesto que nos dolía todo del avión.

Al preguntar en el hotel dónde podíamos darnos un masaje, nos dijeron que en sus instalaciones, vimos los precios y nos decantamos por un masaje tradicional vietnamita de 1 hora, que al cambio salía por menos de 15€. Nos lo dieron al momento, así que salimos como nuevas. Este masaje tradicional es un masaje entre relajante y tipo fisio, además realizan presiones en diferentes puntos. Bastante recomendable.

Nuestra primera visita fue al Lago Hoan Kiem que está situado al lado del Barrio Viejo. El nombre del lago se traduce como "Lago de la espada restituida". Cuenta la leyenda que en el siglo XV, una tortuga le entregó en este lugar una espada mágica al rey, de forma que con ella pudiera vencer a los invasores chinos, pero con la condición que cuando el rey venciera la devolviera. El rey venció al enemigo y cómo había prometido devolvió el arma a su dueño.


Como recuerdo de esta historia, en un pequeño islote del lago, se levanta la Pagoda de la Tortuga. Por lo visto, sólo sobrevive una gran tortuga de las que han habitado en los últimos años el lago, a la que se le conoce con el nombre de "la bisabuela", Cu Rua.


El Templo de Ngoc Son se encuentra también en el lago. La entrada de adulto cuesta 20.000 dongs que al cambio no llegan a 1€. Para acceder al Templo hay que atravesar el puente de Huc. La parte principal del Templo está  dedicada a los tres patrones del mismo, Van Xuong, el guardián de la literatura, Quan Vu, el señor de las artes marciales y Lac To, el protector de la medicina.


Después de visitar el templo comimos en un restaurante justo en frente, que no tiene horario de cierre durante el día. Puedes comer desde hamburguesas, sandwiches y pasta, a comida local, que fue lo que comimos nosotras. Bastante económico, por ejemplo un buen plato de noodles cuesta unos 2,5 €.

Después de comer dimos una vuelta por el barrio viejo callejeando y perdiéndonos, cómo se suele decir.

En Hanoi, como en muchas otras ciudades, el tráfico es un caos. Para cruzar las calles, lo que hay que hacer es ponerte a andar, ya que los coches y sobre todo las motos, te ven y te esquivan, no cambies el ritmo, puesto que si lo haces, los conductores no prevén tus movimientos.


Día 2:


Hoy nos han llevado para comenzar al Mausoleo de Ho Chi Minh, fundador del partido marxista/comunista de Vietnam, un héroe para los vietnamitas puesto que su máxima era la libertad, y hay que tener en cuenta que Vietnam siempre ha estado bajo el poder de China, Francia, Japón, Estados Unidos, etc.

Por lo visto, al morir pidió que lo incineraran y posteriormente repartir sus cenizas por varios lugares, pero lo embalsamaron y ahora se puede ver su cuerpo esperando una larga cola que va muy rápido. Los vietnamitas viajan una vez en la vida a verlo. De hecho en verano hay más cola, puesto que los niños no tienen colegio y sus padres les llevan a hacer la excursión. Para hacer la visita hay que llevar los hombros cubiertos en señal de respeto y no se pueden hacer fotos. Tened en cuenta que cierra a las 11:00 horas todos los días y no abre sus puertas los lunes y viernes. Su acceso es gratuito.


Al lado se encuentra el Palacio Presidencial donde se le ofreció a Ho Chi Minh que viviera, pero a él le pareció excesivo el desperdicio de dinero por lo que se acomodó en la casa del carpintero, al lado del Palacio, donde vivió 4 años. Posteriormente se mudó a otra más pequeña en el mismo complejo hasta su muerte en el 1.969, pegada al bunker donde se refugiaban en los bombardeos.


No pudimos visitar la Pagoda del Pilar único por encontrarse en obras. Está construida sobre un único pilar de hormigón, como un loto floreciendo de un tallo. Esta pagoda fue construida por el rey Ly Thai Tong, que soñó que la diosa de la misericordia, Quan Am, le había llevado hacía una flor de loto y le había anunciado que pronto sería padre de un hijo varón, tal como ocurrió. Actualmente las parejas, según nos cuentan, se acercan a esta pagoda para pedir hijos.

En este punto, nos acercamos a la agencia a terminar de pagar el viaje. Allí pudimos conocer a Anita, que había sido nuestra persona de contacto por email.

Después fuimos al Templo de la Literatura, que se convirtió en la primera Universidad del país, fundada en 1.070, para mandarines.

Aquí podemos encontrar unas estelas situadas encima de unas tortugas, donde se encuentran los nombres de los laureados en la Universidad. En la Gran Casa de Ceremonias se encuentra una estatua de Confucio, "el maestro de mil generaciones" tal y como se indica en la placa, y 4 estatuas de sus discípulos más cercanos. En la sala de Thai Hoc hay una estatua de bronce que representa al rector de la Universidad, Chu Van An.

Nos llevaron a comer a un restaurante en el Barrio Antiguo y como la siguiente visita era al Templo Ngoc Son y al Lago Hoan Kiem que ya habíamos visitado el día anterior, le dijimos al guía que íbamos a acercarnos a ver unas cosillas que teníamos pendientes. Nos pasó las entradas para el espectáculo de Marionetas que teníamos incluido y nos fuimos para continuar la visita.

Comenzamos acercándonos a la Catedral de San José. Esta catedral fue construida por los franceses entre el 1.882 y 1.886. Para pagar los gastos de la construcción se organizaron dos loterías con las que recaudar los fondos necesarios.


Nos acercamos a La Ciudadela, al ir sin un mapa en condiciones, puesto que íbamos con las guías en las que no se indicaban los nombres de las calles, nos costó un rato encontrarla, y con el calor que hacía casi morimos desidratadas en el intento. Pero al final llegamos y pudimos ver la torre de la bandera, y algunos aviones, tanques, etc, de la guerra de Vietnam contra Estados Unidos.


Justo en frente, se encuentra una gran estatua de Lenin, en el Parque de Lenin. Ya que Hanoi es uno de los últimos lugares del mundo donde se admira públicamente al fundador del comunismo.


Después de la visita a La Ciudadela nos fuimos al Teatro Thang Long a ver el espectáculo de Marionetas sobre agua. La entrada cuesta 100.000 dongs, unos 3,5€. Aunque nosotras ya llevábamos las entradas.

Estas marionetas son un espectáculo milenario vietnamita. Están talladas en madera de higuera y lacadas. Las marionetas "actúan" en un escenario lleno de agua, representando parodias extraidas del folclore y la historia de Vietnam. No es gran cosa, pero como curiosidad...


Al salir nos acercamos a un sitio de masajes al lado de la Catedral, que habíamos visto antes. Esta vez nos dieron un masaje de pies de 30 minutos, por 4$. Fenomenal.

Después del masaje nos fuimos de nuevo al Barrio Antiguo donde dimos una vuelta, visitando el mercado nocturno de Dong Xuan, la Puerta de Quan Chuong, la única de las 16 puertas que existían que queda en pie. Fueron destruidas a finales del siglo XIX por los franceses.

Cenamos en uno de los restaurantes de la zona, el que más nos llamó la atención. Aquí estaban dando a los clientes verduras y diferentes carnes, como una parrilla cubierta de papel albal, donde echas aceite, las verduras y la carne cruda, que después de hecha, mojas en una especie de salsa, creemos que formada por guindilla, pimienta y limones enanos. El caso es que está muy bueno, así que os lo recomiendo:
Xuân, Xuân
47 Ma May, Hoan Kiem


Después de cenar nos tomamos un cóctel en un pub al lado del restaurante, donde ponían música en directo. Aunque el cantante era vietnamita cantaba los grandes éxitos de los Beattles y música del estilo.

Después de esto, ya nos fuimos al hotel dando un paseo.

Día 3:


Esta mañana nos llevaron a unos 90km de Hanoi, a Hoa Lu. Este lugar fue la antigua capital de Vietnam a finales del siglo X y los primeros años del siglo XI. Aunque ya no quedan restos en la zona de la existencia de la ciudad, lo único que queda en pie son algunos santuarios y dos templos hechos a la vez, por lo que son muy similares, uno dedicado a la dinastía Dinh y el otro a la dinastía Le.


Luego nos dirigimos al embarcadero Van Lam para realizar un recorrido en una barca por el río Tam Coc, llamado también "bahía de Halong Seca". El recorrido cuesta 100.000 dongs (unos 3,5€), aunque luego los remeros esperan una propina. Dura dos horas y ves unos paisajes impresionantes, eso sí, hace mucho calor y el sol pega muy fuerte, por lo que lo de llevar paraguas como sombrilla no es mala idea, nosotras el recorrido lo hicimos de 12:00 a 14:00 horas, así que no os cuento el calor que pasamos.


Comimos en uno de los restaurantes cercanos al embarcadero, pero fue muy caro y la comida tampoco fue muy buena, así que a ver si vosotros tenéis más suerte.

Después de comer, regresamos a Hanoi, donde fuimos al edificio de la compañía con la que viajábamos en el tren, en frente de la estación, a esperar a que saliera el tren. No pudimos hacer gran cosa, puesto que cayó una buena tormenta.

Ya en el tren, teníamos un camarote privado para las dos, por lo que fuimos bastante cómodas dentro de lo que cabe. Eso sí, el aire acondicionado está muy fuerte y no se puede regular.


Día 4:


Llegamos a Sapa muy temprano, así que después de desayunar en uno de los restaurantes de la calle principal y dejar las cosas en el hotel, nos llevaron a hacer un "trekking". Realmente fue un paseo por un camino asfaltado entre un par de aldeas. Comenzamos el paseo en las cercanías de la aldea H'mong de Lao Chai hasta la aldea de Ta Van de la etnia Giay.

Los paisajes son impresionantes, llenos de arrozales, así que el paseo merece la pena. Eso sí, las mujeres de las diferentes tribus no se separan de tí para que las compres algo, son bastante pesadas, pero puedes hablar con ellas y obtener información de cómo viven, se manejan bastante bien con el inglés.



Por lo visto en Vietnam hay 54 etnias, cada una de las cuales habla diferentes dialectos, aunque todos hablan el idioma del país, vietnamita.

Llegamos a comer a Sapa, donde seleccionamos uno de los restaurantes que tenía el logo de recomendación de tripadvisor. Comimos un menú, que por muy poco precio, incluye una sopa, dos platos, arroz, postre y té o café.

Visitamos la ciudad de Sapa. Subiendo por la calle principal, a mano izquierda te encuentras con un mercadillo bastante grande y a mano derecha con la Catedral.


El mercado es conocido como Mercado de la Novia o del Amor, ya que muchos jóvenes de las tribus vecinas, acudían allí para comprar marido o esposa.
Como podéis ver, tienes pollos azules. Nos dijeron que los llamaban negro y que eran más ricos y caros que los normales.


Por la calle también te encuentras con un montón de mujeres de diferentes etnias para venderte cosas que hacen, o eso dicen, porque parece ser que no es así. En Sapa puedes encontrar algún cartel indicando que no les compres, puesto que quieren mejorar la imagen de la ciudad.



Sapa es un lugar para hacer trekkings por la montaña, luego si quieres comprar material de montaña es el sitio correcto, hay desde mochilas, pasando por cortavientos hasta botas, y todo a muy buen precio. Por supuesto todo son imitaciones hechas en Vietnam, nos dijeron que eran de mayor calidad que las hechas en China. Habrá que comprobarlo.

Otra cosa que no dejas de ver en Sapa, son locales de masajes, yo creo que de cada tres locales uno es de masajes. Según nos cuentan, los turistas son muy dados a darse muchos masajes cuando vuelven de los trekkings, porque les duele todo. Así que aprovechamos y nos dimos otro masaje vietnamita, esta vez sólo nos costó 6$, con una hora de duración. Aunque costaba 8$, mientras preguntábamos por el mismo, la chica que nos estaba atendiendo nos bajó el precio, así que entiendo que es posible regatear.

Al lado de la Catedral, hay una plaza donde hacen un espectáculo de bailes regionales por la noche, de forma gratuita. Aunque preguntamos y sólo es los sábados y domingos, por lo que nosotras no coincidimos. Si estáis por aquí en esos días, informaros. Hay un punto de información en esta plaza donde se encuentra la catedral, seguro que ahí os cuentan.

En Sapa nos alojamos en Chau Long Hotel (www.chaulonghotel.com). La habitación es muy amplia, y está bastante bien, pero lo más impresionante, son las vistas. Tienes una pequeña terraza que da directamente a las montañas, asomarse y disfrutar de este paisaje no tiene precio. 


Por cierto, en Sapa ya empiezan a atacar los mosquitos, así que llevar el repelente a mano.

Día 5:


Hoy visitamos la aldea de Catcat, de la etnia H'mong Negro. Bajamos por unas escaleras llena de puestos que te venden todo tipo de souvenirs, hasta llegar a una cascada. Justo en frente de la cascada hay una sala a la que puedes pasar a ver un espectáculo de folclore a las 11:00 horas.




Después de la visita volvemos a Sapa, donde hacemos alguna compra y comemos en otro de los restaurantes de la calle principal con la etiqueta de recomendado por Tripadvisor.

Por la tarde paseamos por la aldea de Matra, otro paseo por campos llenos de arrozales. Allí hablamos con una persona del pueblo que nos cuenta que este año hay poca agua, y que están esperando a que llueva para poder terminar de plantar el arroz, como sabéis los arrozales están prácticamente inundados. 
En junio es época de terminar la plantación de este cereal, tarda en recogerse unos tres meses y se planta dos veces al año.




Volvemos a Lao Cai donde por la tarde sale el tren. Como la vez anterior nos llevan a un edificio donde podemos esperar tomando algo o cenando hasta que sea la hora de partir.

Esta vez salimos a dar una vuelta por los alrededores. Encontramos un mercado lleno de puestos, esta vez no para turistas, sino para la gente local, así que nos perdemos un rato.



A la hora señalada cogemos el tren que nos lleva de vuelta a Hanoi.

Día 6:


A las 5:00 de la mañana llegamos a Hanoi. Como es muy temprano nos llevan a un hotel cercano a la estación donde podemos descansar un rato, ducharnos y desayunar. Ya listas, nos dirigimos a nuestra próxima parada, la bahía de Halong. Esta bahía ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, según dicen uno de los rincones más bellos de Vietnam, y yo desde luego, no voy a decir lo contrario. 

Aunque Halong está a 160 km de Hanoi, tardamos en coche casi 4 horas con una parada de 20 minutos. Las carreteras no están muy allá y la conducción da miedo. De hecho, el guía nos confirma que el número de muertos en accidentes de tráfico en el país es muy alto.

Según la leyenda, esta bahía fue formada cuando cayeron al mar varios dragones, los cuáles sacudieron enloquecidos la cola de un lado a otro, formando el extenso archipiélago. Ha Long significa "dragón que cae".

En la bahía nos llevan en una lancha al barco, en el cuál vamos a realizar un pequeño crucero, navegando entre islotes cubiertos de vegetación. El barco en el que nos alojamos se llama Bai Tho Junk y está bastante bien. Lo bueno, es que somos muy poquitos, además de nosotras con nuestro guía, hay un grupo de Taiwan con 7 personas, por lo que prácticamente el barco es nuestro.


Después de comer, nos llevan en lancha a una cueva. A la cueva la llaman cueva de la sorpresa, porque cuando la descubrieron los franceses, cada vez que avanzaban por ella iban encontrando salas más grandes, "Sorpresa!!!!"


La vistas desde la cueva de la bahía son muy bonitas.




Después, en la lancha, nos llevan a una pequeña playa artificial, prácticamente en un islote frente a la cueva. Antes de ir a la playa, subimos a la cima del islote, un camino de escalones, que por lo que nos indican son 420. Reconozco que no los conté, pero merece la pena subir, a pesar del calor, por las vistas que se disfrutan de la bahía, como una postal.



Cuando bajamos a la playa, nos damos un buen chapuzón en el agua, el cuál nos merecemos después del calor que hemos pasado en el corto paseo. Aunque la playa es artificial, la arena es muy fina y el agua está bastante caliente, como todo por aquí.


El resto de la tarde la pasamos en el barco disfrutando de las fantásticas vistas y desconectando de todo. Esto es vida.


Por cierto, en muchos lugares te venden cocos para beber. Hay de dos colores, el marrón y uno más verde. El marrón es algo más dulce que el verde. 

Día 7:


Después de desayunar en el barco, nos llevan en lancha a un pequeño embarcadero, donde cogemos una barcaza para visitar una gruta. Atravesamos un pequeño pasadizo y aparecemos en un lago cerrado por islotes. A esta gruta la llaman de los piratas, puesto que aquí se escondían. Atravesaban la pequeña gruta hasta llegar al lago, y luego la gruta quedaba cubierta por el agua al subir la marea.



Con un poco de suerte se pueden ver monos que se acercan a los turistas para ver si les dan algo de comer. 


Después de la visita volvimos al barco que puso rumbo a Halong.


En Halong comimos en un hotel que nos incluía el tour. Fue curioso porque el restaurante estaba formado por diferentes salas independientes en las que comía cada grupo. Nosotras dos comimos solas en una salita con nuestra camarera particular.

Después de comer, pusimos rumbo a Hanoi de donde salía nuestro avión con destino a Danang. Aquí nos despedimos de Son, nuestro guía, el cuál había sido muy simpático y predispuesto a ayudar, pero la verdad es que no nos había contado gran cosa del país. A ver si el siguiente es más hablador.

El vuelo salió con algo de retraso, pero en poco más de una hora llegamos a Danang, donde nos esperaban para llevarnos al hotel de Hoi An.

En Hoi An, nos alojamos en el hotel Hoi An Trails (www.hoiantrailsresort.com.vn). Por ahora, el mejor hotel en el que hemos estado. La habitación es muy amplia, incluso tiene un pequeño saloncito con una terraza con vistas al palmeral del jardín y a la piscina. Y el baño también es bastante grande. Así que en general una buena habitación.

Día 8:


Después de desayunar nos encontramos con nuestro nuevo guía, Oscar, el cuál nos enseña esta pequeña ciudad.

Primero comenzamos por una tienda en la que nos muestran cómo se obtiene la seda del gusano para poder realizar la ropa, además de contarnos las diferencias entre las diferentes sedas. Básicamente, la diferencia entre ellas es el número de hilos de seda para formar el hilo final, cuantos más hilos mejor. La seda salvaje es la de más baja calidad y la organza de las de más alta calidad. Por supuesto, después de la explicación y de la visita a sus talleres, te venden sus productos.


Hoi An es el lugar adecuado si quieres comprar algún traje, vestido o abrigo. La materia prima es de buena calidad a un precio más que asequible, y los diferentes modelos están bien, no están pasados de moda. Te toman las medidas y en unas 6 horas tienes el producto finalizado. Hay muchas tiendas de este tipo, algunas con precio fijo y otras en las que puedes regatear, en estas últimas puedes obtener la ropa a mucho mejor precio.

Hoi An fue un importante puerto comercial de Asia en los siglos XVII y XVIII, lo que queda reflejado en su arquitectura, ya que hay detalles chinos, japones, etc.

Entramos en una casa tradicional, donde se pueden comprobar estos estilos. Triple travesaño para sostener los techos, que es de marcado estilo japonés, arcos muy trabajados de estilo chino, etc. 


También se puede ver que en todas la casas vietnamitas tienen un altar donde se rinde homenaje a los ancestros, con fotos de los familiares ya muertos, donde les ofrecen flores, frutas y demás. El tiempo de luto en Vietnam es de tres años, en este tiempo se incluye en la casa otro altar dedicado únicamente a esta persona, al pasar los tres años, la foto pasa al altar donde están los demás.


Como os podéis imaginar, los vietnamitas son muy tradicionales. Por ejemplo, si enviudas y quieres volverte a casar, puedes hacerlo sin problema, pero es recomendable que pasen los tres años de luto para contraer nuevas nupcias. Así, si cumples el luto de rigor, tu antigua familia te seguirá tratando como una hija, un hermano o lo que corresponda, y serás invitado con tus hijos a las celebraciones familiares. Si no cumples el luto de rigor, dejas de ser parte de la familia y a las celebraciones sólo irán tus hijos.

Visitamos el Puente Japonés cubierto, que tiene más de 400 años de antigüedad. En él se encuentra un altar donde hay una figura. Sobre esta figura hay dos historias, la primera es que representa a un personaje importante de la zona y la segunda se refiere a una bonita leyenda.
Se dice que desde la India hasta China hay un monstruo bajo tierra. Antiguamente, cuando se movía un poco, generaba terremotos, maremotos, de todo tipo de catástrofes naturales. Entonces, el personaje del altar, encontró el punto débil del monstruo y le clavó su espada. Esto no lo mató, pero lo inmovilizó. El problema es que la cola no está del todo inmovilizada y cuando se mueve un poquito, genera algún terremoto en Japón.


También nos acercamos al templo chino Phuc Kien, dedicado a la Diosa del Mar, que se encarga de velar por los marineros. En los laterales del templo están representadas dos estatuas, una de ellas se encarga de escuchar y la otra estatua en ver si hay algún barco en el mar con problemas, de forma que puedan avisar a la diosa para que salve el barco.


Si os fijáis en el templo hay unos conos enrollados de incienso. La gente deja dentro de ellos unas tablas con su nombre, deseos (tranquilidad, salud, amor y dinero) y la fecha en la que realiza los mismos. Si el incienso se acaba, los deseos se cumplen, por supuesto si por alguna razón deja de prender, puedes volver a encenderlo.


También nos acercamos al Museo de Historia "Sa Huynh". Una sala con objetos encontrados en excavaciones en la zona.

Regresamos al hotel, donde dando un paseo nos acercamos a la playa.

En el hotel hay shuttles que te acercan a la playa que está a 1km o al centro que está a 3Km. También te ofrecen servicio gratuito de bicicletas. De hecho intentamos coger una para ir a la playa, pero o porque iba con chanclas o porque el sillín estaba muy alto o porque llevo muchos años sin montar en bici o simplemente porque soy una inútil, fui incapaz de ponerme en marcha. Así que como decía, nos acercamos andando.

En la misma playa hay un montón de restaurantes donde poder comer, y a mejor precio, puedes comer en la calle principal, al acercarte a la playa.

Nuestro hotel tiene una playa privada, así que fuimos ahí para hacernos con unas tumbonas y una sombrilla y disfrutar un rato del mar.

La playa es muy larga, nos dicen que son unos 35 Km de playa. El agua está muy transparente y nada fría. Eso sí, vemos que la gente fuma dentro del agua y tira las colillas también dentro, y al final de la tarde vemos bandejas de comida flotando. Es muy curioso, porque inicialmente, nos había parecido una playa muy limpia.


Las mujeres vietnamitas llevan bañadores muy tapados, huyen del sol. De hecho, por la calle también van muy tapadas por lo mismo. Al contrario que las occidentales, ellas quieren estar blancas, aunque de por sí ya tienen un tono de piel oscuro.

Después de tomar un poco el sol, darnos unos cuantos baños y relajarnos, nos vamos al hotel para acercarnos al centro.

Hoi An por la noche está iluminado y es muy bonito. Fijaros en las casas, algunas de estilo colonial, otras de estilo oriental, la mezcla es chocante pero fantástica. Y por supuesto, es un pueblo lleno de tiendas, la verdad es que todas las casas son tiendas o en su defecto restaurantes, así que no esperéis otra cosa.



Día 9:


Hoy nos ponemos rumbo a Hue. Vamos por el paso de Hai Van, océano de nubes, de forma que en vez de atravesar la montaña que separa ambas ciudades por el túnel, ascendemos la misma para visitar unas construcciones de los soldados americanos realizadas en la guerra. En aquella época, no existía el túnel y los americanos tenían que ir por esta carretera, esto implicaba que los vietnamitas les atacasen constantemente.


Después nos acercamos a la playa de Lang Co, otra playa de arena fina y muy extensa. Nos asomamos para mojarnos los pies y hacer la foto, pero salimos corriendo porque la arena nos abrasa los pies.


Llegamos a Hue, donde primero nos trasladamos al hotel a dejar el equipaje. En esta ocasión nos alojamos en el Hotel Romance Hue (http://www.romancehotel.com.vn/), muy céntrico y también bastante bien.

Comemos en un restaurante cercano al hotel, puesto que habíamos quedado con nuestro guía en un rato.

La primera visita es a la Ciudadela Imperial, desde donde la Dinastía Nguyen gobernó entre el 1.802 y 1.945. Aquí se encuentra la Ciudad Imperial y la Ciudad Prohibida Púrpura. Un incendio en 1.947 la destruyó casi por completo, se pueden visitar algunos de los edificios que no se destruyeron y algunos otros que han sido reconstruidos. 


La entrada a la Ciudadela incluye la entrada a los mausoleos que visitaremos al día siguiente, luego no la tiréis.

Nada más entrar en La Ciudadela vemos que van a coronar a la emperatriz, y para nuestro asombro nosotras somos las elegidas, jeje. Bueno, ahora en serio, hacer el paripé nos salió por 75.000 dongs a cada una, unos 2,5€. Aunque no tengo muy claro que nos vistieran de emperatriz, se parece más al traje del emperador o de la madre del emperador.



El complejo está delimitado por una muralla y un foso. Las tropas del Viet Cong estuvieron sitiadas en este lugar por lo estadounidenses 25 días en 1.968. Si os fijáis aún se pueden ver agujeros de disparos en algunas paredes. 



Salimos de La Ciudadela para visitar el Museo Real. Este edificio es uno de los que formaban parte de la Ciudad Imperial, trasladado antes del incendio, por lo que está en perfectas condiciones. Dentro del museo se pueden ver vasijas, muebles reales y algunas vestimentas.

Visitamos el mercado de Dong Ba, como siempre de lo mas curioso para los turistas. En sitios como estos, todo está a muy buen precio, así que si queréis comprar algún dulce o cualquier cosa, éste es el mejor sitio.


Después de esto, nos llevaron al hotel, donde nos refrescamos en la piscina, y después otro masajito. Si es que están tan bien de precio que no nos podemos resistir. Si de ésta no llego sin las contracturas de la espalda a España, ya no sé qué voy a hacer.

Por la noche salimos a dar una vuelta por la ciudad. Por los alrededores de nuestro hotel, encontramos un hotel de 3 estrellas con una terraza donde estaban haciendo carne a la parrilla, que olía de maravilla. El lugar estaba lleno de vietnamitas, ni un sólo turista, exceptuándonos a nosotras, que decidimos cenar ahí.

Continuamos hasta el río del Perfume, donde dimos un paseo por la orilla en la que había un mercadillo, justo en frente de la Ciudadela, entre los dos puentes situados al lado del embarcadero. 

Día 10:


Por la mañana nos dirigimos al embarcadero, donde nos esperaba una pequeña barca, para nosotras solas, que nos llevaría por el Río de los Perfumes hasta la pagoda de Thien Mu, símbolo de la ciudad de Hue.

Esta pagoda de 7 plantas, es llamada "Dama Celestial" puesto que Nguyen Hoang soñó que una dama celestial le decía que construyera una pagoda, de forma que su dinastía se convertiría en una gran dinastía, además de traer riquezas al pueblo. 


Continuamos visitando el Mausoleo del emperador Minh Mang (1.820-1.841), el segundo emperador de la dinastía Nguyen. Este mausoleo fue planificado por el mismo emperador, que aunque murió antes de su finalización, su hijo mantuvo la misma construcción ideada por su padre.



Y por último vimos el Mausoleo de Kha Dinh (1.916-1.925), la cuál es una construcción llena de excesos, impresionante. El emperador se encuentra enterrado 9 metros por debajo de su estatua en la sala central del palacio/mausoleo.




Al terminar esta visita regresamos al hotel donde nos despedimos de Oscar, nuestro guía, puesto que al día siguiente volábamos hacia el sur.

Fuimos a comer a La Carambole (19 Pham Ngu Lao) en una callejuela cercana al hotel, ya que Oscar nos había comentado que a los españoles nos gustaba mucho. Allí comimos comida vietnamita, como siempre, y tampoco estaba mejor que en otros sitios. Eso sí, probamos un plato típico de Hue que estaba riquísimo, envuelto en unas hojas de banano, hay una fina pasta de arroz, y encima un picadillo de gambas y alguna cosilla más, se le echa la salsa que lo acompaña y está buenísimo. Para comerlo hay que abrirlo y comer lo de dentro, puesto que las hojas no se comen.


Después de la comida, mi amiga se fue un rato al hotel y yo me fui a dar una vuelta por la ciudad, quedamos en el hotel hora y media más tarde.

Fui paseando bordeando el río del Perfume, hasta que me adentré por la ciudad. Hue es muy bonito, tiene un canal cuyas orillas se llenan de puestos de frutas, pescado y demás, le dan mucha vida. Crucé las vías del tren en las cuáles cuando pasa el tren hay un hombre que pone y quita la barrera para no pasar. 
Me encontré con un templo que estuve cotilleando desde fuera, hasta que un monje muy joven me invitó a pasar y verlo mejor.
Por estas calles, ya era más complicado entenderse con la gente, no entendían nada de inglés. Intenté comprarme un helado, pero fue imposible, aunque le enseñaba la foto del que quería, él me sacaba de todo menos lo que quería, creo que es porque no tenía, porque yo también busqué en la cámara y no lo encontré.
Llegué a una Pagoda muy chula, pero como toda la calle estaba en obras volví sobre mis pasos para caminar por la orilla del canal, donde se encuentra un Palacio, una Iglesia, etc.









Por aquí me dí cuenta que no llegaba al hotel a la hora que había quedado con mi amiga, las distancias no las tenía controladas. Así que busqué wifi y la dije que la esperaba en el Centro Comercial al que pensábamos ir después de encontrarnos.Tardamos un poco en localizarnos puesto que por donde andábamos era costoso encontrar wifi. Recorrimos el centro comercial que era del estilo del Carrefour, pero con muchas plantas y precios muy económicos.

Salimos a dar una vuelta por el canal y nos perdimos por las callejuelas laterales al canal. Os recomiendo que hagáis lo mismo. Es muy curioso, porque aunque era de noche, la gente tiene todas sus puertas y ventanas abiertas, supongo que para que corra el aire. De esta forma pudimos comprobar que sus muebles son de madera maciza, muy al estilo de los reyes y emperadores, impresionantes, pero parecían de lo más incómodos. Además, toda la gente muy agradable, constantemente recibíamos un saludo.


Acabamos de nuevo en el centro comercial refrescándonos un poco. En la última planta hay restaurantes de comida rápida y puestos con diferentes bebidas. Probé en uno de ellos una bebida hecha con caña de azúcar, en la que puedes incluir alguna fruta, en mi caso fue mango la fruta elegida, y está buenísimo, y sólo por unos céntimos. 

Salimos del centro comercial dando un paseo hacia el hotel, donde terminamos el día.

Día 11:


Este día nos levantamos muy temprano, puesto que el avión salía prontito con destino a Ho Chi Minh City. Cuando llegamos nos estaba esperando nuestra nueva guía, Nga.

Aunque esta ciudad ha sido bautizada con un nuevo nombre, casi todo el mundo continua llamándola Saigon. El contraste con lo visto hasta ahora ha sido brutal. Esta es una ciudad enorme, con rascacielos, moderna, como cualquier ciudad europea. Eso sí, es una ciudad muy reciente, por lo que apenas tiene monumentos antiguos.

En el norte y centro del país hay 4 estaciones, primavera, verano, otoño e invierno. Sin embargo en el sur sólo hay 2, la de lluvias y la seca. Nosotras hemos llegado al comienzo de la de lluvias. Así que quizás nos caiga alguna tormenta, pero la guía nos asegura que son muy cortas.

Este clima permite realizar 3 cosechas de arroz al año, en vez de 2 que se realizaban en el norte. Cada una de estas tres cosechas generan más de 9 millones de toneladas de arroz, es decir, casi 30 millones de toneladas al año, de las cuáles exportan aproximadamente un 30%, el resto es para consumo interno. En el sur, las parcelas son de mayor tamaño que en el norte, y además utilizan maquinaria.

Aquí nos enteramos que desde el 1 de mayo las islas Paracel, cercanas a Danang, están siendo atacadas por los chinos, puesto que quieren quedarse con el petróleo de la zona alegando que ese mar pertenece a China. 

Los ataques de China hacia Vietnam, por lo visto son constantes. Aunque el último más grave fue en 1.979 cuando atacaron la frontera. Aquí murieron en muy poco tiempo tantos chinos como americanos murieron en la guerra de Vietnam (casi 60.000).

Comenzamos la visita de Saigon por el barrio chino, Chinatown, que está situado a unos 7 Km del centro. Comenzamos con la pagoda de Thien Hau, dedicada a la diosa del Mar. Y nos acercamos al mercado de Binh Tay.


Por todo el país podéis ver tiendas en las que hay ropa, dinero, oro, casas, etc. todo ello de papel. Por lo visto, es una manera de enviarles a sus muertos lo que puedan necesitar en la otra vida. Queman todas estas cosas de papel y en ese momento las reciben sus muertos. Fijaros que a la entrada de los templos vietnamitas hay unas urnas / calderos metálicos, ahí es donde realizan esta ceremonia.


Después, llegamos al centro de Ho Chi Minh. Ahí dimos una vuelta visitando el Ayuntamiento, la Catedral de Notre Dame y la antigua casa de correos. En esta última compramos unas entradas para ver un espectáculo de malabaristas en la Ópera, la guía nos indica que podemos conocer mejor la cultura vietnamita con este show. Como el espectáculo es en la Ópera House, de paso visitamos el edificio. Elegimos la entrada más económica, aunque éstas son en el patio de butacas, luego entendemos que no se verá mal. Aún así nos cuesta 600.000 dongs, poco más de 20€.





En el paseo nos encontramos con unos novios haciéndose fotos. La guía nos dijo que para la ceremonia la novia viste de rojo, pero luego para las fotos y la celebración lleva un traje blanco, el cuál alquilan.


Acabamos comiendo en un restaurante que nos recomienda la guía, es vietnamita y está en un callejón, así que nos llama la atención. Está muy cerca del edificio de la Opera, se llama Hoa Tuc (www.hoatuc.com). Es carísimo comparado con lo que venimos pagando y aquí nos cobran tasas y la propina de los camareros. No sabemos si es que Saigon es mucho más caro que el resto de las ciudades visitadas, o es que este restaurante es de lo mejorcito de la ciudad. Ya veremos. 

Después de comer nos acercamos a nuestro hotel donde se supone que ya debemos de tener la habitación preparada. Aquí nos alojamos en el Royal Lotus Saigon (http://www.royallotushotelsaigon.com/), otro hotel que está fenomenal y ubicado justo detrás del edificio de la Opera.

Cuando llegamos comienza a llover, así que nos quedamos un rato en la habitación esperando que pare la lluvia. Pero resulta que nuestra habitación es como el metro, primero aparece por la puerta un botones y después una turista, a la que por error le habían dado la misma habitación que a nosotras. Después de solucionar la incidencia y las disculpas correspondientes por parte del hotel, nos regalan un platito de frutas.

Aquí las frutas son muy ricas, tienen el rambutan que es como un lichie pero con pelo en su exterior, el mangostino una fruta muy dulce, la fruta del pan, la fruta del dragón, ésta la hay en rojo con puntitos negras y blanca con puntitos negros, aquí básicamente sólo comemos la blanca, porque la roja es más cara y no la ponen en ningún sitio. De todas formas, por Asia esta fruta está en todas partes, a mí me resulta bastante insípida y la roja algo más dulce.

Nos dirigimos a la Opera donde nos han dicho que estemos media hora antes para tomar algo incluido en la entrada y dar una vuelta para poder hacer fotos. Pero cuando llegamos todos los accesos en el interior de la Opera están cerrados, por lo que nos sentamos a esperar a que empiece la función mientras nos tomamos un té, que es el refrigerio incluido. El espectáculo es fantástico, muy entretenido e incluso cultural, y algunos malabarismos son espectaculares. Al final nos pudimos hacer una foto con todos los artistas. (www.aoshowsaigon.com)


Cuando salimos del la Opera ya era noche cerrada, por lo que nos fuimos al mercado Ben Thanh, siguiendo la calle principal. Saigón de noche es un espectáculo de luces en sus rascacielos y edificios principales.




En el mercado hay puestos para cenar, así que en uno de ellos nos sentamos a comer alguno de los suculentos platos vietnamitas. Te atienden muy rápido, están pendientes de ti y la comida está muy buena. ¿Qué más se puede pedir?

Nos fuimos dando un paseo hasta el hotel y como de costumbre me detuve en un supermercado a comprar una coca-cola. Cuál fue mi sorpresa cuando estoy pagando y noto que algo me sube por la pierna, al intentar quitarme de encima el bicho, pensé que era una mariposa al verla desplegar el ala, pero cuando me doy cuenta al caer que es una cucaracha enorme, casi me da algo. Intenté mantener la compostura, pagar e irme. Claro que mi amiga me comentó que me había puesto roja y los turistas de detrás mío pusieron una cara de asco muy similar.
Saigon es una ciudad bastante más sucia en comparación con lo visto hasta ahora.

Día 12:


Hoy nos pusimos rumbo al Delta del Mekong. Antes de llegar al delta, paramos en un templo donde se procesa la religión Cao Dai. Fundada en 1.926 en Vietnam, integra elementos de las principales religiones (cristianismo, hinduismo, budismo, etc). Su símbolo es el ojo de Dios, "el ojo que todo lo ve".


En Ben Tre - My Tho, tomamos un barco que nos llevó a través de estrechos canales rodeados de densa vegetación hasta el corazón del delta. El suelo es muy fértil por lo que se cultivan muchos productos agrícolas. Paramos para dar una vuelta por uno de los pueblos, nos llevaron en un carro tirado por un caballo, en el que antiguamente se llevaba la fruta y demás productos, actualmente los llevan en moto y el carro lo usan para los turistas.


Las barcas en Vietnam llevan pintadas en la proa del barco dos ojos para ver el camino, de forma que les protejan.



Visitamos un lugar donde nos enseñan cómo realizan sus famosos caramelos de coco, muy ricos por cierto. Aquí, además de poder probar estos caramelos, probamos su miel, licor de serpiente y un montón de frutas exóticas, a cada cuál más rica.



Aquí tuvimos la oportunidad de coger una serpiente, y yo no la desaproveché.


Seguimos camino a Can Tho, donde nos alojamos en el Fortuneland Hotel (http://www.vanphathotels.com/cantho/vn/fortuneland-hotel.html). Está en la parte nueva de la ciudad, rodeado de restaurantes, un mercado, etc. Está como a 5-10 minutos andando del centro. La habitación está también muy bien. Antes de salir a dar una vuelta por la ciudad, nos refrescamos un ratito en su piscina.

Vamos dando un paseo hasta el centro, donde en la orilla del río de Can Tho hay una gran estatua de Ho Chi Ming. Continuamos y nos encontramos con el mercado nocturno, en dos calles paralelas, uno dedicado a la comida, donde probamos una especie de pizza doblada, que entre el picante y las hojas de menta que lleva, no soy capaz de distinguir más sabores. La otra calle dedicada a tiendas de ropa, bolsos y souvenirs. También hay otro mercado al lado cubierto.





Al volver al hotel, donde habíamos visto mucho restaurante interesante para cenar, nos encontramos con un centro comercial al que pasamos a dar una vuelta. Éste es más tipo Hipercor, con tiendas de marca fuera y una gran superficie en su interior. Subimos a la zona de restaurantes y al final cenamos en un Lotteria (http://www.lotteria.vn/trang-chu), es una cadena de hamburguesas que nos estamos encontrando en todas las ciudades. Mi hamburguesa no es muy diferente a las que se comen en España.

Cuando llegamos al hotel, nos acercamos a informarnos sobre los masajes. Nada más entrar en la planta correspondiente, nos encontramos con un cartel de neón de colores de puticlub, anunciando masajes. Al entrar vemos una chica en ropa interior con un batín, pero nos atiende una recepcionista que nos indica que 1 hora de masaje son 5$, muy baratito.

Nos vamos a la habitación a dejar las cosas, y aunque el masaje tenía una pinta más que sospechosa, a mí me parece interesante, una anécdota que contar. Así que nos animamos a ir.

La recepcionista nos vuelve a atender y nos indica que las masajistas luego esperan propina, así que entiendo que el hotel no debe de pagarles ni un céntimo por el trabajo que desempeñan. A mi amiga y a mí nos llevan a dos salas contiguas, con luz rojiza y música relajante. El señor que nos ha acompañado me indica en mi sala donde dejar la ropa y me dice que si sólo quiero un masaje "only massage", yo muy digna le digo que sí, que sólo masaje.

Al rato viene la masajista, que efectivamente viene en ropa interior y con un pequeño batín transparente, muy guapa, por cierto. Comienza a darme el masaje y menudo masaje, yo que me esperaba uno relajante, jeje, estuve a punto de irme a los 10 minutos por el dolor, pero la verdad es que me dejó la espalda como nueva, eso sí, todo me sonaba, la columna parecía una orquesta, los dedos, los codos, las rodillas, no hay parte del cuerpo que dejara sin colocar. En definitiva fue increíble. No hablaba apenas inglés, pero con gestos y palabras sueltas, me contó algunas cosillas, como que era de Saigon.

La verdad es que la anécdota fue bastante curiosa, sobre todo alojándonos en un hotel 4 estrellas.

Día 13:


Temprano nos llevaron al embarcadero de Can Tho, donde cogimos un barco que nos llevó hasta el mercado flotante de Cai Rang. No se parece en nada al existente en Bangkok. Aquí están las barcazas con los productos recogidos. En cada barcaza hay un palo en alto donde se muestran los productos que venden, de forma que las barcas se puedan acercar a comprar para llevar los productos a sus puestos del mercado. Este mercado es local, no vende productos para el turista, pero sí se ven algunas barcas llena de turistas, que sí que están comprando alguna bebida a las barcas que se acercan.





En Vietnam el pescado ha de llegar vivo a la pescadería, de hecho en el mercado los ves moviéndose en barreños llenos de agua. Para ello los barcos de pescadores tienen un doble fondo, abajo se meten los peces y se llena de agua, hay simplemente una redecilla que separa el interior del exterior. La línea de flotación del barco baja, de forma que el pescado se mantiene en el agua.


Después, el barco nos llevó a una zona de huertos, donde pudimos ver los árboles que dan todas las frutas que estamos probando.

Fruta del dragón:


Rambutan:


Naranja verde:


Mangostino:


Después de esto, regresamos a Saigon. Comimos en un bar al lado del hotel que estaba muy bien de precio para continuar dando una vuelta por la ciudad. Habíamos leído que lo más interesante de Saigon era el Palacio y el Museo de la guerra, luego hoy nos dedicamos a uno y mañana al otro.

Visitamos por tanto el Palacio de la Reunificación. La entrada cuesta 30.000 dongs. Allí se pueden visitar todas las salas, la sala de conferencias, el despacho del presidente, la zona privada (dormitorios y comedor), la cocina, el helipuerto, la sala de juegos, el bunker, etc.





Después de esta visita, nos habían recomendado probar una peluquería en Vietnam, puesto que te dan un masaje en la cabeza que está genial. Así que fuimos a la peluquería que nos habían recomendado, Salón Ava, Nam Ky Khoi Nghia 108. Aquí por 150.000 dongs (unos 5€) te lavan el pelo y la cara, y masajean ambas, durante más o menos 1 hora. La verdad es que nos dejaron fenomenal.

Acabamos en el mercado Ben Thanh, dando vueltas por los puestos y cenando en uno de ellos. Cuando llegamos al hotel, comprobamos que sólo traíamos la llave sin el papel donde se nos indicaba el número de la habitación, y para nuestra desesperación, no recordábamos el número. Qué pena, el agotamiento y tanto cambio de hotel estaban haciendo mella. Así que, a preguntar en recepción el número de habitación. Una situación de los más ridícula y divertida. Qué se le va a hacer.

Día 14:


Nos dirigimos temprano a los túneles de Cu Chi. Situados a unos 70 km al noroeste de Ho chi Minh City.

Estos túneles se comenzaron a construir a finales de los 40, en 1.948, durante la guerra contra los franceses. Realizados a tres niveles, a 3 m, 6 m y 9 m de profundidad. Fue una ciudad subterránea, 200 km de pasadizos y cámaras escavados a mano, con áreas de viviendas, cocinas, depósitos de armas, hospitales de campo, centros de comando, etc. Albergaron hasta a 10.000 personas que vivieron bajo tierra, en la guerra contra Estados Unidos, durante años, casándose, dando a luz, etc.

La cocina estaba formada por dos salas, en una se cocinaba y en la otra se mantenía el humo, hasta que éste se enfriaba y lo expulsaban por la noche para no ser descubiertos.
Hay zonas de túneles de sólo 30 cm de diámetro, lo que hacía imposible a los americanos avanzar por ellos, por este motivo utilizaban a los llamados tunnel rats, que eran coreanos.
Los respiraderos de los túneles estaban tapados por montículos de arena que simulaban grandes hormigueros. Los americanos buscaban estos respiraderos con perros, pero al final los vietnamitas lograron despistar a los perros, arrojando en los alrededores trozos de ropa de americanos, que hacía a los perros reconocer el olor e ignorar los respiraderos.

Estos túneles fueron bombardeados de forma constante por los norteamericanos, lanzando más de 200.000 proyectiles al mes, y aunque inutilizaron bastantes zonas, en ningún momento dejaron de ser el centro de operaciones del Viet Cong.

Los túneles están construidos en forma de zig zag, de forma que  las armas de fuego no sean útiles en su interior. También existen trampillas interiores para poder cerrar túneles si ocurriera algo en alguno, inundaciones, sustancias químicas, etc.

Antes de comenzar con la visita te llevan a ver un vídeo, traducido al español, con imágenes reales de los campesinos que vivían en la zona. Se les ve combatir a la par que plantar arroz, moverse por los túneles y ver cómo se organizaban.

Posteriormente visitamos una trampilla camuflada de 25 por 30 cm que da acceso a uno de los túneles. Un guía con ropa militar se cuela por el hueco y se asoma por la trampilla, ésta es la típica foto de Cu Chi. Nosotras también pudimos entrar por el hueco, y asomarnos a ver el túnel. Lo que yo vi fue un túnel, no de los más estrechos, pero más pequeño del que luego atravesamos.



También te muestran las diferentes trampas que utilizaban contra los soldados americanos, como se puede comprobar el material utilizado es de lo más rudimentario, y en muchos casos no sirve para matar, pero desde luego, sí para dejarles lisiados.

Aunque el primer nivel de túneles estaba a 3 m bajo tierra, han excavado para tener acceso directo a algunas de las salas que utilizaban.

Desde 1.988 se han abierto al público dos secciones de túneles, algo ampliados para turistas. Pero si padeces claustrofobia no te lo recomiendo.


Desde luego el calor dentro de los túneles es insoportable, no entiendo cómo pudieron soportarlo. Por cierto, la zona también está llena de mosquitos, así que el repelente a mano.

Como por la tarde teníamos pensado acercarnos a visitar el Museo de la Guerra, nos dejaron cerca de estas instalaciones, donde entramos en el primer restaurante que nos llamó la atención para comer algo hasta que abrieran el museo, el cuál cierra al medio día.

La entrada al Museo de la Guerra es de 15.000 dongs (unos 0.50€). En este museo se pueden ver fotografías de la guerra contra los franceses y contra los norteamericanos, sobre todo de la segunda.


Hay fotos de las manifestaciones producidas en todo el mundo en contra de la guerra de Vietnam. Fotos de los ataques, de los muertos, de las deformaciones producidas por el gas naranja, el fósforo blanco y el napalm. La verdad es que es bastante duro de ver, sales con mal cuerpo viendo la devastación que se produce en una guerra.

Fuera del edificio, en los jardines, puedes ver tanques, aviones, etc, abandonados por los americanos.


Después de esto fuimos a dar una última vuelta por la ciudad, nos acercamos al edificio más alto de Saigon, en cuyo lateral hay un helipuerto. Dimos una vuelta por el mercado Ben Thanh, esta vez pudimos acceder a la parte diurna del mismo, hasta ahora sólo habíamos visto la parte nocturna.


Acabamos cenando en un restaurante que nos había comentado la guía, también recomendado en tripadvisor, Ngon restaurant, situado en Pasteur 160 (http://www.tripadvisor.es/Restaurant_Ngon).

De aquí nos fuimos al hotel a preparar el equipaje, puesto que al día siguiente volvíamos a casa. Otro viaje terminado y ya a pensar en el siguiente...

Respecto a la agencia vietnamita con la que contratamos el viaje, no podemos decir nada malo, el trato fue espectacular, cumplieron con todo lo pactado y además nos dejaron mucho tiempo libre para poder ir por nuestra cuenta. Qué más se puede pedir!!!





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