Conchilandia

Croacia

Agosto 2.013

Domingo 11 de agosto

Este viaje por falta de tiempo y ganas, decidimos reservarlo con una agencia. El touroperador elegido es Politours y el circuito "Croacia Clásica", así que, a ver qué tal. J

Volamos con Iberia destino Dubrovnik. Es un vuelo directo, se nos pasa muy rápido y eso que el vuelo dura casi 3 horas.

Nada más aterrizar nos dirigimos al hotel, Argosy 3*, está bastante bien, aunque algo lejos del centro. Hay un autobús que sale al lado del hotel y te lleva directo al casco antiguo, tarda aproximadamente 20 minutos.

Como hemos llegado sobre las 16 horas, después de dejar las cosas en el hotel, nos acercamos a comer a una zona de tiendas y restaurantes detrás del mismo y de camino a la playa.

Probamos el cevacici, plato típico de la zona. Son una especie de albóndigas/salchichas a la parrilla, están bastante especiadas, no pican, pero tienen un sabor fuerte, a nosotras nos gustaron.

Después de la comida nos acercamos a la playa Copacabana. Está muy cerca de donde nos encontramos, no es muy grande, pero está llena de gente. Aquí en Dubrovnik no hay playas de arena, tal y como nosotros las conocemos, ésta en particular es de piedras pequeñas, algo incómoda, pero nos sirve para refrescarnos y el resto de playas parece ser que son del estilo o plataformas de cemento con escalerillas de piscina.

Después de cenar, cogemos el autobús y nos dirigimos a ver Dubrovnik de noche. El autobús es el número 6, cuesta 12 kunas (algo menos de 2€) si compras los tickets en las casetas, si se los compras al conductor cuestan 15 kunas. El ticket desde que lo picas dura 1 hora y no empieza a contar hasta que lo picas, por lo que puedes comprar para más de 1 viaje. También hay bonos, pero son de 20 viajes y sólo sirven para una persona, no se pueden compartir.

En el casco antiguo damos una vuelta, recorremos la calle principal, La Placa, y después nos perdemos por sus callejuelas. No dejéis de hacerlo, son callecitas muy estrechas, pero siempre te llevan a lugares con mucho encanto. De esta forma aparecemos en una plaza por detrás de la zona de la Catedral, llena de terrazas donde poder tomar una copa, una cerveza, o lo que apetezca. Así que nos sentamos a disfrutar del ambiente.

Volvemos al hotel en taxi, aunque el autobús dura hasta las 2 ó 3 de la mañana, nos decidimos por llegar más rápido. Aunque con la tarifa nocturna y demás, nos sale un poco más caro de lo que pensábamos, 100 kunas, unos 13€.

Lunes 12 de agosto

Por la mañana nos dirigimos de nuevo al casco histórico donde damos una vuelta por el centro con una guía. El casco antiguo esta rodeado por una impresionante muralla, paseamos por el interior donde vemos la Fuente de Onofrio, los Palacios de Sponza y el Rector, los Monasterios de los Franciscanos y Dominicos, la Catedral, etc.

El mayor bombardeo sobre esta ciudad, en la Guerra de Bosnia, se produjo el 6 de Diciembre de 1.991. Gracias a las ayudas recibidas, Dubrovnik ha sido totalmente reconstruida, sin apenas huellas de la reciente guerra.

En una plaza cercana a la catedral, nos encontramos con un mercadillo, hay mucha lavanda y fruta escarchada, a parte de eso, poca cosa.

En la muralla, por la parte de detrás de la catedral, puedes encontrar unos bares que están justo al otro lado de la muralla, bares que dan directamente al mar, donde puedes bañarte. Es curioso, como digo hay varios, nosotras vimos un par de ellos. La gente del lugar los llama el agujero, debido al agujero / puerta creado en la misma muralla para acceder a ellos.

Cogemos un barco para ir a visitar Cavtat, bonito pueblecito, situado a unos 20 km de Dubrovnik. En el mismo puerto de Dubrovnik puedes comprar los tickets de ida y vuelta por 80 kunas, si compras el de ida solo, te cuesta 50 kunas. El paseo en barco dura unos 45 minutos. Cuando llegamos ya es la hora de comer por lo que elegimos uno de los restaurantes de la calle principal. Nos habían dicho que el pescado está muy bueno, ya que es un pueblecito pesquero, así que comemos pescado, probamos un vino de la zona, que también tienen buena fama, es un poco fuerte y el elegido no está muy allá.

Después de comer nos vamos a dar un baño en la playa, esta vez es una plataforma con escaleras al agua.

Cogemos el barco de regreso, puesto que queremos recorrer la muralla de Dubrovnik y cierra a las 19:30. El ticket cuesta 90 kunas y entramos casi a las 19 horas, pero nos da tiempo a recorrer la muralla sin prisa. Eso sí terminamos sobre las 20 horas. Tiene unas vistas chulas de la ciudad y sus tejados.

Martes 13 de Agosto

Hoy vamos a visitar el país vecino de Montenegro. Después de mirar en varias agencias en Dubrovnik, nos decantamos por la excursión que ofrece el tour operador, puesto que se visita la islita donde se encuentra la iglesia de la Virgen de la Roca, además de la misma iglesia y el guía habla en español. Aunque sale más cara que la que nos ofrecen en las otras agencias.

Cruzamos la frontera de Montenegro, lo cuál no nos lleva apenas tiempo. Después vamos bordeando el Golfo de Boka Kotorska hasta llegar a Perast, donde cogemos un barquito para llegar a la isla artificial donde se encuentra Nuestra Señora de las Rocas, famoso santuario de la Virgen María.

Este islote está formado por rocas que las gentes de la mar iban depositando. Dentro del Santuario hay gran cantidad de piezas labradas en plata, inicialmente eran motivos marineros que la gente dejaba para que la Virgen los protegiera en sus salidas al mar, pero actualmente los motivos son de la anatomía del cuerpo humano, de forma que la Virgen los ayude a curarse de sus enfermedades.

Continuamos hacia Kotor, ciudad amurallada, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Está situada a los pies de la montaña Lovcen, aquí paseamos por sus calles, que como Dubrovnik son callejuelas estrechas donde perderte. En la Iglesia de Santa María, podemos ver a la monja beata Hosana momificada, es la patrona de Kotor. Se puede subir a la muralla y recorrerla, pero esta vez, no tenemos tiempo, es un largo recorrido, además hay que tener en cuenta que la muralla está en la ladera de la montaña, por lo que hay que contar con el desnivel.

Después de tomarnos una cervecita en una terraza para descansar del sofocante calor, nos vamos a la playa a dar un baño rápido. Como las de Croacia, está llena de pequeñas piedras, aquí veo que hay erizos, así que tened cuidado porque son del mismo tamaño que las piedras y se pueden pisar con facilidad. En Kotor, casi todo es puerto, por lo que hay que salirse del mismo para poder dar con una playita, la podéis encontrar según se sale del casco antiguo girando hacia la derecha, termina el puerto y te encuentras con esta pequeña playa.

La siguiente parada es en Budva, donde nos recomiendan comer, nos dicen que la comida es buena y barata, pero nosotras como queríamos darnos un baño, nos hemos preparado unos sandwiches, así que callejeamos por sus calles. Del mismo tipo que las ciudades vistas hasta ahora, casco antiguo amurallado y con callejuelas estrechas. Encontramos una playa de piedras en el lateral derecho de la muralla, pero aquí nos han dicho que hay playa de arena, así que nos decidimos a atravesar el casco antiguo de nuevo, puesto que está al otro lado. Desde la misma muralla vemos la playa, así que nos dirigimos hacia ella, pero cuál es nuestra sorpresa al darnos cuenta que no hay salida. Después de seguir andando por la muralla y no encontrar salida, decidimos volver por donde veníamos para atravesar el casco antiguo al nivel del suelo. Madre mía, nos hemos perdido en la muralla, qué fuerte, jajaja.

Al llegar a la playa, una playita muy pequeña, no encontramos sitio, así que encima de un trozo de muralla ponemos las toallas y a darnos un baño refrescante. Aunque esta playa es de arena, la arena es muy gorda, nada que ver con las playas de España.

Volvemos a Dubrovnik, donde esta vez cogemos un ferry que cruza la bahía, ahorrándonos algunos kilómetros. Eso sí, este tiempo recuperado, lo perdemos al cruzar la frontera, esta vez esperamos una hora. Alguien comenta que están haciendo una revisión a fondo de un autobús ruso, así que a nosotros nos toca esperar. L

Después de cenar en el hotel, nos cogemos el autobús al casco antiguo de Dubrovnik, para despedirnos de la ciudad y disfrutar del ambiente. Esta vez callejeamos por las calles laterales a mano izquierda de la Placa, que como el otro lado, están llenas de restaurantes y pequeños bares. Hoy hemos comprado billetes suficientes para la ida y la vuelta. Hay que tener cuidado, porque en cuanto llega el autobús, se te cuela todo el mundo, así que para subir, ya sabéis, esto es la guerra. J

Miércoles 14 de agosto

La primera visita del día es Mostar, para ello tenemos que cruzar la frontera, accediendo así al país vecino, Bosnia y Herzegovina. Esta frontera también nos lleva una espera superior a una hora, hay una gran cola de coches y autobuses para acceder y eso que el conductor de nuestro autobús hace un adelantamiento increíble, dejando atrás un montón de coches que también estaban a la espera y echándole mucho morro, nos colamos.

Llegamos a Mostar, esta ciudad tiene un puente impresionante, considerado la unión entre las dos culturas en las que se encuentra dividida la ciudad, los católicos y los musulmanes. En la guerra de Bosnia se unieron para expulsar a los serbios, pero en cuanto lo consiguieron, se declararon la guerra para obtener el poder de la ciudad. En la actualidad, el gobierno de la ciudad se divide por igual entre los croatas, los bosnios y los bosniacos (musulmanes). Este puente fue destruido en la guerra y reconstruido con fondos de la UNESCO y gracias a ingenieros españoles.

El guía que nos enseña la ciudad, además de hablar perfectamente el español, nos hace la visita muy interesante.

Alrededor del puente hay algunas calles empedradas, llenas de puestos que venden todo tipo de recuerdos.

Por la tarde volvemos a Croacia, a la ciudad de Split, pero antes hay que cruzar la frontera y aguantar otra vez, más de 1 hora de espera hasta lograrlo. L

Después de instalarnos y cenar, nos acercamos a visitar la ciudad. El Hotel en esta ciudad es el Arthotel 4*, está muy bien y esta vez a 10 minutos del centro.

El centro de la ciudad, realmente es el interior del Palacio de Diocleciano, por lo que por todas partes hay murallas y columnas romanas, y adheridas a ellas las casas que forman la ciudad. Por la noche y con la iluminación se ve preciosa. Hay algunas calles cortadas, puesto que en la plaza de la Catedral están realizando una actuación.

Paseamos por el paseo marítimo donde hay terrazas para poder tomar algo, además de puestecillos donde comprar souvenirs o algún dulce. Aquí son típicos los buñuelos, éstos no están rellenos, son todo masa, aunque puedes echarle por encima algunas cosas, tales como azúcar, chocolate, etc.

Jueves 15 de agosto

Por la mañana recorremos de nuevo la ciudad, esta vez con guía. Así nos enteramos que el Palacio en el momento de su construcción, parte se realizó sobre el mar, lo que implicó que rellenaran de tierra para aposentar el palacio, posteriormente la ciudad siguió ganando terreno al mar, de hecho actualmente hay un buen paseo desde el palacio hasta el agua.

A las 12:30 horas, en la plaza aledaña a la Catedral hacen un breve espectáculo. Aparecen unos soldados romanos y el César dándonos la bienvenida a la ciudad en latín.

Continuamos hacia Trogir, ciudad medieval. Se encuentra en una pequeña isla unida a tierra firme por medio de un puente. Destaca el castillo de Kamerlengo y la catedral de San Lorenzo. Como en este pueblo comemos, el guía nos da muy poco tiempo para visitar la ciudad por libre, así que literalmente la visitamos corriendo, qué fuerte. Encima llegamos al autobús dos minutos tarde, todos nos estaban esperando y nos regañan, jajaja, bueno, lo hacen en broma, o eso creo. J

Ahora nos toca visitar Zadar, donde visitamos la Iglesia de Santa María, la Iglesia de San Donato, con aspecto de castillo y planta circular del siglo IX, el foro romano y el "Órgano del Mar". Este órgano son unos agujeros que se encuentran en unas escaleras, debido al viento y el mar, producen un bonito sonido, tal y como si fuera un órgano real. Es fantástico sentarse, disfrutar del mar y del sonido, uuuhhhmmm, muy relajante.

Llegamos a Plitvice. El hotel está situado dentro del Parque Nacional, Hotel Jerezo 3*. En este hotel no tienen habitaciones con dos camas, por lo que al ser tres, dos dormimos en cama de matrimonio y la otra en una supletoria. Menos mal que esto sólo ocurre una noche, pero es muy extraño, ¿es que sólo viajan parejas????.

Viernes 16 de agosto

Dedicamos más de 4 horas a recorrernos el parque. La entrada son 100 kunas, e incluye un paseo en barco que hay que hacer sí o sí para seguir por el recorrido marcado, y la vuelta desde el punto más alto del parque en un trenecito.

Así que nos pasamos toda la mañana recorriendo los diferentes lagos y viendo las cascadas del este Parque Natural. La verdad es que es muy bonito, así que en primavera con más agua, tiene que ser impresionante.

El punto de encuentro del grupo es el final del recorrido, de donde sale el trenecito, de allí a comer al hotel.

En este momento, el guía se da cuenta que faltan dos personas. Así que después de más de una hora para localizarlos, seguimos camino. Los pobres llegaron tarde al punto de encuentro y estuvieron dando vueltas buscándonos, hasta que el guía pudo ponerse en contacto con ellos. Qué mal trago, pero bueno, todo terminó bien después del susto.

Llegamos a Opatija, donde nos alojamos en el Hotel Opatijska Cvijeta 4*. Está formado por 4 hoteles separados. También está muy bien, aunque para desayunar y cenar tenemos que acercarnos al principal que no es donde nosotras estamos alojadas, L, pero estamos muy bien situadas. Así que nos da tiempo a recorrernos la ciudad antes de cenar y volver a salir a dar una vuelta después.

Opatija se sitúa en la Península de Istria y es conocida como la Riviera del Adriático. Es una ciudad muy bonita, ya sin murallas, pero con edificios de estilo austro-húngaro. Lo más interesante de ver, la Abadía de Saint James, la Villa Angiolina, el parque de la ciudad con el mismo nombre, Parque Angiolina, que tiene especies de plantas de todo el mundo, la Fuente de Helios y Selena, la doncella con la gaviota, realizada por Zvanko Car, se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad, etc.

Sábado 17 de agosto

Salimos en dirección Zagreb, la última ciudad de nuestro recorrido. Es la ciudad más grande del país, además de ser la capital de Croacia. Se formó a partir de dos ciudades gemelas. Una, Gradec que fue fortificada contra los ataques de los tártaros en el siglo XIII, aún se pueden ver algunas de sus murallas y pórticos medievales. Y la otra, Kaptol, donde destacan los capiteles de la catedral y el palacio episcopal. La catedral de la ciudad fue destruida en varias ocasiones, la primera debida a uno de esos ataques tártaros que mencionaba, al reconstruirla, y para protegerla, se construyó alrededor de la misma, una muralla.

Al lado del la Catedral, hay un mercado donde puedes comprar de todo. Fijaros en sus riquísimos quesos, en algunos puestos te dejan catarlo. En Zagreb es típico un postre que realizan con queso fresco y nata.

En la Iglesia de San Marcos, a eso de las 11:30 hacen una especie de cambio de guardia. Por lo visto comienzan aquí, pero también pasan por la Catedral. El tejado vidriado de esta Iglesia es fantástico.

Cerca de la Iglesia de San Marcos hay una zona que comparan con el barrio de Montmartre, en París, ya que por la noche se llena de terrazas y puestos con pinturas.

Después de instalarnos en el hotel de Zagreb. Esta vez es el Hotel Dubrovnik 4*, situado en el mismo centro de Zagreb. Nos vamos a pasear por la ciudad, viendo los fantásticos edificios de esta ciudad, tales como la Opera, aquí si se ve la herencia austro-húngara, los edificios recuerdan a los de Viena.

Domingo 18 de agosto

Sobre las 13 horas vienen a recogernos para llevarnos al aeropuerto, así que antes de irnos, damos una vuelta por el centro de la ciudad y compramos los últimos regalos.

Croacia no es un país caro, comparado a lo que estamos acostumbrados aquí en España. Eso sí, Dubrovnik es bastante caro en comparación, supongo que por ser un destino tan turístico.

Por ejemplo, puedes encontrar helados riquísimos por menos de 1€ (7 kunas), en Zagreb una pizza individual más refresco por 28 kunas.

Bueno, pues a nosotras ya se nos ha terminado el viaje, así que a casa y a pensar en el siguiente... J